¿Cuántas veces has tenido metas para perder peso, inicias con toda la motivación, pero a las dos semanas lo olvidas y retomas tus viejos hábitos? Creo que muchas. Todos en algún momento hemos estado ahí. Entre el odio y el amor personal, nos hacemos demasiadas promesas que rompemos fácilmente. Somos adictos a los hábitos que no aportan nada a nuestra vida, y nos da pereza iniciar el camino del cambio, porque es difícil y muy retador.
