En este punto establece un plan de alimentación y un plan de entrenamiento. De acuerdo a tus intereses determina cómo harás realidad esa visión y propósito.
Por ejemplo: para lograr un equilibrio en la alimentación empieza a sustituir productos procesados por productos sanos. Si te gustan los postres trata de prepararlos de manera sana, sustituye el azúcar por estevia natural, la harina refinada por la de almendras o coco, entre otras opciones.
Un total equilibrio es conocer en detalle nuestro cuerpo. Saber que alimentos le funcionan mejor y cuales quizás no. Esta parte es la más sencilla y dónde todos nos estancamos, cuando consumes un alimento sientes: inflamación, hinchazón o pesadez, es un alimento que no funciona para tu cuerpo. Ahí la respuesta es clara, el tema es que no prestamos atención a las señales que nuestro cuerpo nos da y todo el tiempo nos está hablando.
En cuento al entrenamiento, busca la actividad que más te guste. En mi caso práctico Yoga; entrenamiento de fuerza con pesas y cardiovascular por intervalos.
Es hora de escribir tu versión saludable, recuerda que es un área muy importante para nuestra vida, progreso y crecimiento en todas las demás áreas.